Bang
La bala le atravesó la cabeza, rebotó en la pared y se clavó en el peluche de Winnie de Pooh que estaba en la silla blanca de mimbre.
Winnie reía a pesar de su agujero en el corazón y sus plumas por todas partes. Cuando su mamá llegó después de tanto trabajo lo encontró en la alfombra. Lloró. Le quitó la pistola de la manita. Se acordó de cuando, con su esposo, compraba el revólver depués de lo del robo para “proteger a los niños”. Lloró un largo rato y después lloró más. La trabajadora seguía viendo la novela.
21/10/00
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home