A los días no le importa nada.

A los días no le importa nada. Pasan, sordos. No les importa que no sabes. Que estas demasiado cansado para aprender. Que da tanto trabajo comunicarse. No les importa ni tu, ni tus tristezas ni tus escacisímas alegrías. A los días no les importas. Viene uno y se va. Como todo. Ayer, hoy, mañana, pasado, les ponemos diferentes nombres para crearnos la sensación de tiempo pero son el mismo, apático. No se enferman como yo. No les da gripe y no se les pela la naríz de tanto sacudirla. No tienen que esperar el quince o 30. Indiferentes, no pagan impuestos ni inseguridades. No tienen miedo, ni se hartan. No conocen el rechazo, ni el hartazgo, ni la rotonda. Nadie los contrata, ni los cancela, ni les cobra, ni les paga. Un día cualquiera, como todos, alguién detendrá esta rueda. Puede que sea yo, o tu, o ella que te quiere tanto. Ese día será importante, ese día a tí como a ellos, los días no te importarán nunca más.